Nuestra historia

Estancia La San Antonio

Fundada en 1820, nuestra estancia es una de las más antiguas y relevantes en la Zona Sur de Buenos Aires. Con sus orígenes ganaderos, la hacienda comenzó con cerca de 50 trabajadores que vivían en la zona. Comercializando carnes, embutidos y quesos para el país y el exterior, la estancia prosperaba durante el S. XIX.
Fruto del bloqueo comercial a las empresas ganaderas argentinas, se comenzó a gestar en 1838 una revuelta liderada por el terrateniente Pedro Catelli y el Coronel Manuel Rico.
En las cercanías de la estancia, fue interceptado un mensajero que reveló el ardid contra el General Juan Manuel de Rosas, político y terratieniente argentino.
Esencial fue el rol del dueño de la estancia Antonio Pillado, quien era también secretario de la Junta Revolucionaria.
El resultado de esta trama histórica fue la conocida insurreción del sur, donde el vencedor Juan Manuel de Rosas rebautizó la hacienda como «Estancia La San Antonio», en honor al rol de su antiguo dueño para vencer a la sublevación.
Escenario y protagonista de la historia argentina, nuestra hacienda ha sido testigo del paso de los años, generaciones y dueños para brindarte hoy un lugar de descanso y relax, permitiendo conectar con la naturaleza que nos rodea.

Un día de campo a 25 min de Capital

Hoy buscamos ofrecerles una amplia variedad de actividades
al aire libre dentro de nuestras 89 hectáreas de puro campo. 

Para los que les gusta practicar deportes, la estancia cuenta con cancha de paddle, cancha de fútbol, cancha de vóley, espacio para practicar trekking o paseos en bicicleta, y para aquellos más calmos practicar un buen juego de bochas, pool, sapo, tejo o ping pong. A no olvidarse del tradicional metegol y distintos juegos de mesa en nuestro quincho de troncos, que recrea las cabañas de nuestra Patagonia, en donde además encontrarán una biblioteca para aquellos que hacen de la lectura una forma de vida. También se pueden hacer paseos a caballo, paseos en sulky. Los más chicos cuando salgan de su asombro por la cantidad y variedad de especies con las cuales podrán interactuar, podrán dirigirse a la zona de juegos infantiles en dónde la casita en el árbol, el castillo inflable y la

cama elástica junto a las hamacas, toboganes y sube y baja, les permitirá divertirse sin interrupciones. Los más chiquitos también tendrán una zona blanda para divertirse.
La visita al sector de producción, permitirá ver las tareas rurales desarrolladas, destacándose el tambo mecánico, que pondrá de manifiesto las bondades de nuestras vacas lecheras. Además, estarán en contacto con los animalitos de granja que harán las delicias de los niños, a la vez que podrán encontrarse con llamas, caballos, cabras y terneros que se mezclan entre los asistentes como si fueran un pasajero más. En la visita podrán recorrer los chiqueros y observar a las gallinas, que se siente como en su gallinero pero de 3.000 m2.

Una estancia,
mucha historia.

Allí por 1838, en las cercanías de la estancia de Don Antonio Pillado, un mensajero fue interceptado con información sobre una rebelión que se estaría gestando contra el Pte. Don Juan Manuel de Rosas.
Más adelante, el presidente rebautizaría esta estancia como LA SAN ANTONIO, convirtiéndola en un retiro de incógnito, elegido por su ubicación estratégica y sus deslumbrantes atardeceres.